En la Iglesia de Santiago, se alzó un palio, un palio verde, oro y malla, un palio custodiado por la Blanca Paloma. Doce varales de plata, verdadera labranza y arte y una peana de plata, como pedestal de la Señora. A los pocos días Ella subió a su bendito trono conseguido con años y amor.
Esos sueños cumplidos de amor y espera han culminado. El deseo de que la Reina de Santiago posea una joya única está presente, un propio manto bordado. Una verdadera obra de arte formada por terciopelo verde y oro fino, hilos que forman representaciones y alabanzas. Un verdadero sueño de Rocío cumplido.
La Reina ya está preparada para su salida procesional el próximo Lunes Santo.
Redacción: Pablo Rodríguez
Fotografías: Hermandad de la Redención
No hay comentarios:
Publicar un comentario