Muy Antigua, Siempre Ilustre, Venerable, Pontificia, Real, Fervorosa, Humilde y Seráfica Hermandad y Archicofradía de Nazarenos de la Santísima Vera Cruz, Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Tristezas de María Santísima
La Hermandad de la Vera Cruz realiza su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral la noche del Lunes Santo con el paso que representa a Jesús muerto en la Cruz y, a María Santísima bajo palio, saliendo sobre las ocho de la tarde.
HISTORIA
La cofradía se fundó en el año 1448 en el Convento Casa Grande de San Francisco por los frailes de dicha orden, para dar culto a la Vera Cruz del Señor. Procesionó por primera vez en el año 1468 y fue tal el fervor por la Vera Cruz, que sirvió de ejemplo para que muchos pueblos también despertaran esta devoción. Realizaba su estación de penitencia en la noche del Jueves Santo a grandes templos de la ciudad. Se conocen por documentos, que la Hermandad de la Vera Cruz fue una de las que más privilegios y bulas papales obtuvo, siendo también cofradía de personajes notables.
Con la invasión napoleónica en 1810, los franceses se apoderaron del convento y de la capilla, y la Hermandad se vio obligada a proteger a sus titulares y patrimonio. Más tarde tanto los franciscanos como la corporación regresarían, pero en 1840 serían expulsados definitivamente para la demolición del convento. La cofradía se traslada a la Iglesia de San Alberto y de allí pasa al Convento de las Religiosas de Pasión, dónde recuperan los cultos, hasta que acabó en ruinas. Más de una vez la corporación intentó revitalizarse de su dura decadencia mediante salidas procesionales, pero estas casi siempre acababan nulas.
En el siglo XX, concretamente en el año 1942, la Hermandad intenta de nuevo una reorganización que salió victoriosa. La corporación deja San Alberto se traslada a la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, volviendo a salir en procesión con el Señor en 1944 (ahora en Lunes Santo), ya que la Virgen no lo haría hasta 1957. La Hermandad recupera únicamente la imagen del Señor y el Archivo, y dándose por perdida la imagen de la Virgen, encargan a Antonio Illanes una nueva (1942).
Durante los años 1970 y 1975 la Hermandad tuvo que dejar de nuevo su sede debido a su estado ruinoso, exiliándose al Convento de Santa Rosalía. A su regreso, la corporación decidió recuperar su espíritu humilde y pobre, olvidando los bienes materiales ya perdidos, y buscando la caridad y la formación de la que tanto llegó a presumir en sus tiempos de esplendor. En 1992 la corporación celebró el I Congreso Mundial de las Hermandades de la Vera Cruz y desde entonces todas las corporaciones que dan culto a la Vera Cruz acompañan a la cofradía hispalense el Lunes Santo como signo de su origen.
La cofradía se fundó en el año 1448 en el Convento Casa Grande de San Francisco por los frailes de dicha orden, para dar culto a la Vera Cruz del Señor. Procesionó por primera vez en el año 1468 y fue tal el fervor por la Vera Cruz, que sirvió de ejemplo para que muchos pueblos también despertaran esta devoción. Realizaba su estación de penitencia en la noche del Jueves Santo a grandes templos de la ciudad. Se conocen por documentos, que la Hermandad de la Vera Cruz fue una de las que más privilegios y bulas papales obtuvo, siendo también cofradía de personajes notables.
Con la invasión napoleónica en 1810, los franceses se apoderaron del convento y de la capilla, y la Hermandad se vio obligada a proteger a sus titulares y patrimonio. Más tarde tanto los franciscanos como la corporación regresarían, pero en 1840 serían expulsados definitivamente para la demolición del convento. La cofradía se traslada a la Iglesia de San Alberto y de allí pasa al Convento de las Religiosas de Pasión, dónde recuperan los cultos, hasta que acabó en ruinas. Más de una vez la corporación intentó revitalizarse de su dura decadencia mediante salidas procesionales, pero estas casi siempre acababan nulas.
En el siglo XX, concretamente en el año 1942, la Hermandad intenta de nuevo una reorganización que salió victoriosa. La corporación deja San Alberto se traslada a la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, volviendo a salir en procesión con el Señor en 1944 (ahora en Lunes Santo), ya que la Virgen no lo haría hasta 1957. La Hermandad recupera únicamente la imagen del Señor y el Archivo, y dándose por perdida la imagen de la Virgen, encargan a Antonio Illanes una nueva (1942).
Durante los años 1970 y 1975 la Hermandad tuvo que dejar de nuevo su sede debido a su estado ruinoso, exiliándose al Convento de Santa Rosalía. A su regreso, la corporación decidió recuperar su espíritu humilde y pobre, olvidando los bienes materiales ya perdidos, y buscando la caridad y la formación de la que tanto llegó a presumir en sus tiempos de esplendor. En 1992 la corporación celebró el I Congreso Mundial de las Hermandades de la Vera Cruz y desde entonces todas las corporaciones que dan culto a la Vera Cruz acompañan a la cofradía hispalense el Lunes Santo como signo de su origen.
Una de las primeras fotografías de la actual
Virgen de las Tristezas (1942)
Archivo de la Hermandad
SEDE CANÓNICA
La Capilla del Dulce Nombre de Jesús es la sede de la Hermandad de la Vera Cruz desde 1942. Con mucha probabilidad se encuentra sobre los restos de una antigua mezquita o alguna edificación árabe, ya que anexa a ella se encuentran los baños que utilizaban en su ritual. Sobre estos cimientos, en el siglo XVI se levanta la Iglesia y un convento que ocuparon las madres agustinas hasta que fueron expulsadas en el siglo XIX con las desamortizaciones.
Es un edificio de plata rectangular que se divide en tres naves separadas por arcos de medio punto que se sostienen sobre columnas de mármol. La nave central, que es más alta y ancha, está abovedada, mientras que las naves laterales sostienen una tribuna que, desde el centro del templo, se pueden divisar los diferentes balcones con celosía, debido a su antiguo carácter conventual. El presbiterio queda decorado en su totalidad por pinturas murales de la Orden Agustina (s.XVIII), mientras que la bóveda, los muros de la tribuna y los arcos se ilustran con pinturas vegetales dando la sensación de ser de escayola. La fachada principal se abre en el lado derecho, un vano adintelado custodiado por dos pilastras de orden corintio que sustentan el dintel, éste con aletones y coronado con una cruz; y está precedida por un atrio, antes de acceder al templo.
La Hermandad da culto a sus titulares en diferentes altares del templo. El Cristo preside el templo en el retablo mayor junto al Santo Lignum Crucis. La Virgen se encuentra en un retablo en la nave del evangelio y junto a ella, un dosel acoge a la Cruz de Guía.
La Capilla del Dulce Nombre de Jesús es la sede de la Hermandad de la Vera Cruz desde 1942. Con mucha probabilidad se encuentra sobre los restos de una antigua mezquita o alguna edificación árabe, ya que anexa a ella se encuentran los baños que utilizaban en su ritual. Sobre estos cimientos, en el siglo XVI se levanta la Iglesia y un convento que ocuparon las madres agustinas hasta que fueron expulsadas en el siglo XIX con las desamortizaciones.
Es un edificio de plata rectangular que se divide en tres naves separadas por arcos de medio punto que se sostienen sobre columnas de mármol. La nave central, que es más alta y ancha, está abovedada, mientras que las naves laterales sostienen una tribuna que, desde el centro del templo, se pueden divisar los diferentes balcones con celosía, debido a su antiguo carácter conventual. El presbiterio queda decorado en su totalidad por pinturas murales de la Orden Agustina (s.XVIII), mientras que la bóveda, los muros de la tribuna y los arcos se ilustran con pinturas vegetales dando la sensación de ser de escayola. La fachada principal se abre en el lado derecho, un vano adintelado custodiado por dos pilastras de orden corintio que sustentan el dintel, éste con aletones y coronado con una cruz; y está precedida por un atrio, antes de acceder al templo.
La Hermandad da culto a sus titulares en diferentes altares del templo. El Cristo preside el templo en el retablo mayor junto al Santo Lignum Crucis. La Virgen se encuentra en un retablo en la nave del evangelio y junto a ella, un dosel acoge a la Cruz de Guía.
TITULARES
Santo Lignum Crucis
Se dice que Santa Elena halló en Jerusalén la verdadera Cruz en la que murió Cristo, de la cuál se repartieron fragmentos por todo el mundo conocidos como "Lignum Crucis" (cruz de madera). Esta reliquia que la corporación venera hoy día, fue donada por D. José Sebastián y Bandarán en 1954. Se halla en un relicario de plata en forma de Cruz, realizado por el taller de la Viuda de Villareal (1965), procesionando cada Lunes Santo que la porta un hermano nazareno para ser venerada por los fieles que se acercan a besarla.
Igualmente la Hermandad posee una segunda reliquia la cuál se encuentra en la Cruz de Guía de esta corporación e igualmente recibe culto en la capilla.
Santo Lignum Crucis
Se dice que Santa Elena halló en Jerusalén la verdadera Cruz en la que murió Cristo, de la cuál se repartieron fragmentos por todo el mundo conocidos como "Lignum Crucis" (cruz de madera). Esta reliquia que la corporación venera hoy día, fue donada por D. José Sebastián y Bandarán en 1954. Se halla en un relicario de plata en forma de Cruz, realizado por el taller de la Viuda de Villareal (1965), procesionando cada Lunes Santo que la porta un hermano nazareno para ser venerada por los fieles que se acercan a besarla.
Igualmente la Hermandad posee una segunda reliquia la cuál se encuentra en la Cruz de Guía de esta corporación e igualmente recibe culto en la capilla.
Santísimo Cristo de la Vera Cruz
Imagen de autor anónimo que data de la primera mitad del siglo XVI, realizada en madera policromada. Se trata de la imagen cristífera más antigua que procesiona en nuestra Semana Santa. Se muestra con la cabeza vencida hacia el lado diestro y el cuerpo ladeado hacia el mismo lado en una postura algo complicada. Su anatomía es muy naturalista, un cuerpo algo esquematizado pero a la vez tratado, por lo que vemos una clara evolución del final del gótico y el comienzo renacentista, como son su composición y sudario. El dramatismo de su rostro es medieval y se acentúa con la simple corona de espinas. Fijado al madero con tres clavos, nos encontramos ante una cruz arbórea típica de su época. Su tamaño, menor que el de una persona media, puede que fuese en su origen para ser portado por tres sacerdotes. Destaca que el año 1978 fue restaurado por el profesor D. Francisco Arquillo, quién recupero la policromía original del sudario, mostrando los estampados hebraicos que se ocultaban.
Paso: El paso, de estilo neobarroco, compuesto por líneas sinuosas y crestería, y acoge a todo un grupo de motivos vegetales que se enroscan tanto en canasto como respiraderos, fue realizado por Antonio Ibáñez en 2008. Está formado por cuatro hachones a las esquinas, y cuatro imágenes de Santos que se encuentran en cada esquina del canasto, y que son de color caoba, al igual que todo el conjunto del paso. Los respiraderos solo están tallados a gran parte, debido a que por la parte que se respira se cubre con malla, y está decorada con bordados vegetales en plata por el taller de Carrasquilla. Los ángeles que custodian al Señor son obra de Emilio Pizarro.
Orfebrería: En el paso podemos apreciar orfebrería como son los faroles que portan los ángeles que custodian al Señor, las coronas que sostienen a los hachones, las bases y coronas de los guardabrisas que iluminan el canasto y el llamador, todo ello realizado en plata.
María Santísima de las Tristezas
Realizada por el insigne escultor D. Antonio Illanes en el año 1942 en madera policromada. El autor se inspiró en su bella esposa, Isabel Salcedo, para ejecutar el rostro de la imagen. Se muestra con la mirada baja, recogida en todo su dolor, pero un dolor algo dulce, con cejas arqueadas y con cuatro lágrimas que recorren sus rojas mejillas, y un precioso y fino cuello. También deja entrever parte de su cabello moreno tallado, mostrando en sí el dolor de la Virgen pero de rostro lleno de madurez y de belleza. Esta imagen vino a sustituir a la anterior, que se dio por desaparecida una vez se reorganizó la Hermandad.
Palio y bordados: El palio, de estilo decimonónico, es de cajón, es decir, está compuesto por bambalinas totalmente rectas, bordadas en oro sobre terciopelo negro y acabadas en finos flecos. Las bambalinas, decoradas con motivos vegetales muy simétricos y de gran tamaño, fueron realizadas por el taller de Patrocinio López en el año 1885. La bordadora ejecutó el palio para la Hermandad de San Isidoro, que en 1936 pasó a la Hermandad de las Penas y en 1957 a ésta. Destaca que el palio carece de bordados interiores: ni en el techo ni en las bambalinas. Los respiraderos, de línea recta, están bordados en oro sobre terciopelo negro y fueron realizados por el taller de San Bárbara. Además poseen escenas de la vida de la Virgen.
El manto, por su parte, es de terciopelo negro y está totalmente liso, dando al conjunto, como el interior del palio, mayor recogimiento y austeridad.
El manto, por su parte, es de terciopelo negro y está totalmente liso, dando al conjunto, como el interior del palio, mayor recogimiento y austeridad.
Orfebrería: Los varales, las jarras y jarritas, la candelería, la peana, los candelabros de cola, el fino frontón sobre los respiraderos, la imagen de la entrecalle y el llamador, fueron ejecutados por el taller de la Viuda de Villareal y Román Seco.
Vestidor: D. Antonio Bejarano Ruiz
NAZARENOS
El hábito nazareno es igual para ambos pasos y lo componen: túnica de cola y antifaz de ruán negros, cinturón de esparto y cíngulo franciscano de esparto y calzado negro.
Bibliografía
-Web Oficial de la Hermandad
-Sevillapedia
Fotos:
-Taberna Cofrade
-ABC de Sevilla
-F.J. Bautista
-Antonio R. Arellano
-El balcón del jubilata
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