lunes, 18 de julio de 2016

Las huellas del 36

Un día de calor como hoy, un 18 de julio, en el año 1936 estallaba la Guerra Civil Española. Un país dividido, familias divididas y amigos divididos. Hace 80 años, grupos de republicanos y obreros movidos por el odio a la Iglesia y a todo lo relacionado con ella, asaltaban templos de España destruyendo todo lo que tenían delante. 

Parece que fue nuestra ciudad hispalense una de las que menos sufrió tras la proclamación de la II República en 1931, comparándolo con todo lo arrasado en ciudades como Málaga o Madrid. Durante esos tiempos también Sevilla sufrió duros golpes con diferentes conventos y templos como San Julián. Pero hablando en tiempos de Guerra Civil, esas pérdidas se propagaron por los diferentes lugares de los cuáles ahora hablaremos.

San Gil

Fue en esa misma noche del 18 de julio. San Gil fue pasto de las llamas. Las cubiertas, los retablos, o las imágenes de una Inmaculada, el crucificado de la Salvación el cuál fue titular de la Macarena (leyendas afirman que se halla en la cripta del templo), o la antigua Virgen del Carmen la cuál acababa de recibir sus cultos, incluyendo enseres e insignias.
Las imágenes del Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario estuvieron resguardadas en un almacén así como la Virgen de la Esperanza Macarena en la casa de un hermano.


San Marcos

Se pueden afirmar los actos violentos ejecutados en el incendio de San Marcos. Varias personas fueron asesinadas en los adoquines a los pies del templo y algunos de sus cuerpos desaparecidos ya que fueron arrojados al interior. Entre las pérdidas patrimoniales se encuentran un gran número de retablos barrocos, la primera dolorosa de la Hiniesta que realizó Castillo Lastrucci tras el incendio de San Julián en 1932, así como la primitiva Virgen del Rosario.
La capilla de los Siete Dolores sufrió algunos daños del incendio pero no afectó a las imágenes titulares de la Hermandad de los Servitas.


Santa Marina

Este templo que durante mucho tiempo se ha dado de lado o de forma indiferente fue incendiado por un grupo de anarquistas. Entre las pérdidas de este templo están el retablo mayor entre otros así como diferentes imágenes. Asombra la comparación entre cómo tendría que ser el templo con retablos para el que lo conoció y de cómo es ahora, tan simple y bello a la vez. Este templo no se reabrió hasta los años 80.
Destacamos que se salvaron imágenes como la Divina Pastora y los titulares e imágenes secundarias de la Hermandad de la Mortaja, resguardadas en lugar seguro con antelación, y que desde ese momento pasó a su actual sede en la calle Bustos Tavera.

Omnium Sanctorum

En el barrio de Feria, el llamado "Moscú Sevillano" este preciado templo recibió lo suyo siendo pasto de las llamas las cubiertas, todos los retablos así como el apostolado de la Hermandad de la Cena y el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia. La corporación de los Terceros había resguardado a sus titulares con anterioridad al igual que la Hermandad de la Reina de Todos los Santos, cuya titular tuvo sede provisional en San Lorenzo. El año pasado se conmemoraron 75 años de su apertura visitando durante su procesión el templo en el que estuvo.






Montesión y San Juan de la Palma

Siguiendo la calle Feria, nos encontramos con la Capilla de Montesión, la cuál era utilizada hasta el momento como almacén ya que los titulares recibían culto en San Martín. Se perdieron los pasos y las imágenes secundarias, numerosos enseres e insignias así como el primitivo crucificado de la Salud.

Por otra parte, y por el mismo barrio, el templo de San Juan de la Palma recibió también. Se perdieron obras de gran valor como lo fue la Virgen de las Maravillas o el antiguo paso de la Amargura del que sólo se salvó el actual llamador, incluyendo otros enseres e insignias. Los titulares de la corporación se salvaron siendo resguardados días antes.

 

San Román y San Roque

En esa noche tan negra del 18 de julio, otro templo devastado fue San Román. Numerosos retablos e imágenes entre las que se encontraban los titulares de los Gitanos, el Cristo de Montañés y la Virgen de Montes de Oca, dos posibles autorías que no pudieron asegurarse

Un devastador incendio el de San Roque del cuál sólo quedaron los muros. Perdidas todos los retablos y las imágenes de la Hermandad, así como una imagen milagrosa y de mayor devoción que tuvo Sevilla, el primitivo crucificado de San Agustín. De este incendio entre música en el tejado, sólo se salvaron el paso del Señor y la corona de la Virgen.


San Bernardo y la O

Incendiado el templo del querido barrio de San Bernardo no fue sólo lo que contentó a los anticlericales sino que lo que hicieron con las imágenes del titulares entre las que estaban la Virgen del Refugio y la Magdalena fueron quemadas en una hoguera en la calle. Por otra parte el crucificado fue totalmente mutilado, cortado en trozos, sufrimiento por odio.

El barrio de Triana también fue foco de algo parecido. Consiguieron entrar en el templo al obtener las llaves tras agredir al párroco. Con mucha maldad sacaron las imágenes a la calle Castilla, las mutilaron, y les sacaron los ojos. Fue Castillo Lastrucci quién restauró al Nazareno y a la O Gloriosa, mientras que la primitiva dolorosa sería sustituida por la actual. La antigua imagen permaneció muchos años guardada en un cajón hasta hace poco restaurada.

Se puede decir que la Hermandad del Cachorro tuvo la suerte de salvarse gracias a la actuación de su capataz Salvador Dorado Vázquez "El Penitente" quién sólo con un fusil se plantó en la puerta de la capilla del Patrocinio, retirándose los incendiarios.


Todos estos incendios son llagas que permanecerán en los corazones de las cofradías y de los devotos para siempre. En un día como hoy el corazón se encoge por las víctimas y el amor del patrimonio perdido, fruto de su Fe.


Redacción: Equipo de Redacción
Fotografías: Pasión en Sevilla y Archivo de Hdads





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