Conocido como "el día de los crucificados", otro año más, el más antiguo del día tiñó de negro y seriedad las calles. Rigurosidad ante el templo que muestra el paso del Cristo de Burgos, y la elegancia de Tejera cada año tras Madre de Dios de la Palma. Y resulta que este año no hubo sol para el Cristo de Burgos, un caprichoso año que siempre cambia.































Fotos: Baltasar Núñez, FJ Bautista, Manuel Jesús Pérez
Vídeo: FJ Bautista, Manuel Jesús Pérez
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