Nace María, del vientre de la Señora Santa Ana. Nace una luz, una flor, un resplandor de esperanza para la llegada de la salvación del ser humano. Hermosa, una perla brillante, una flor con el rocío de la mañana, una joven niña, nace, sin pecado alguno.
Somos seres pecadores, cada palabra, acto, o pensamiento, puede ser bueno, o malo, por ello a veces pecamos. Nuestra Madre, la Virgen, fue la perfección, Dios así lo quiso, una perfección, un corazón y un alma puros, limpia de pecado, sin mancha. Desde la primera creación de Dios, Adán y Eva, hubo pecado.
María, limpia, pura, camino nuestro, enséñanos el bien
para ser inmaculados y entrar en el corazón de Jesús
Tota Pulchra,
Maria, Hallelujah
Gratia Plena,
Regina Pacis,
Regina Mercedum,
Auxilium Christianorum,
La Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles
¡Tú eres la toda hermosa, oh María!
Los artistas han sabido captar durante la historia la belleza de María, y su pureza, dejando bellas obras de arte en nuestro mundo actual.
Hoy, tal y como otros, no es un día cualquiera, María nace limpia de pecado, sigámosla, hoy, más que nunca, quedémonos lo más cerca de Ella posible, que Ella nos purifique...
Feliz día de la Inmaculada
Redacción: Pablo Rodríguez
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