El pasado Viernes de Dolores, la Hermandad de la Corona volvía a realizar su estación de penitencia en la oscurecida ciudad. Desde la Parroquia del Sagrario y saliendo por el patio de los Naranjos, el Cristo de la Corona recorría el centro de la ciudad abrazando su Cruz, ésta renacida Hermandad que sustenta una devoción antiquísima. Pasaron sólo horas para que la Hermandad tuviera que coger el camino más rápido a la Catedral para hacer su entrada con antelación por riesgo de lluvia.
Fotos y vídeo: Fco Javier Bautista
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