jueves, 13 de agosto de 2015

La restauración del retablo mayor de San Lorenzo

La parroquia de San Lorenzo aprovecha el tiempo estival para la restauración y conservación de su patrimonio artístico y cultural. Durante este mes de julio, se ha dedicado a la restauración del retablo mayor de la parroquia, una magnífica factura del siglo XVII. Doce alumnos en prácticas en su último año de Grado en Conservación y Restauración.

Así ha quedado el retablo tras su restauración


Estado de conservación
El retablo se encontraba en buen estado respecto a su magnífica factura, pero con desprendimientos de piezas y aperturas de ensambles. También ennegrecido con el paso del tiempo, y con repintes de restauraciones y polvo que ocultaban la policromía, además de humedades y deyecciones de insectos.

Pequeño ángel ennegrecido por el polvo y suciedad

El retablo
Compuesto por banco, dos cuerpos y ático, su estructura fue realizada por Martínez Montañés, el maestro, quién lo inició en 1632. El tabernáculo fue realizado por Diego López Bueno en 1625. Felipe de Ribas, discípulo de Montañés, fue el encargado de realizar en 1645 la imaginería, junto a su hermano Francisco Dionisio de Ribas, realizando el crucificado y los ángeles en 1652. 
En la parte interior contemplamos dos obras pictóricas firmadas por el pintor, Francisco Pacheco, maestro del gran Diego Velázquez.

El crucificado que corona el retablo, obra de Felipe de Ribas

La restauración
Este retablo es considerado obra singular del Barroco Sevillano y patrimonio de Sevilla. Se ha abarcado un limpieza del retablo en su totalidad tanto por el anverso, como el reverso; la consolidación de las piezas desprendidas y las inestables o en peligro de desprendimiento. El siguiente paso fue la fijación de los estratos policromados y dorados que abarcan el retablo y los elementos escultóricos, siguiéndole una un limpieza de los repintes y barnices. Posteriormente se sellaron las grietas y fendas, protegiendo las zonas afectadas por los insectos xilófagos. 
Se han retirado todos los elementos metálicos oxidados y los que dañaban la estructura. Se ha reintegrado la policromía, recuperando los colores y matices ocultos. Finalmente se le aplicó una capa de protección.
También se ha intervenido en el muro del camarín de San Lorenzo y arreglado todas las piezas de orfebrería.



El ahora y el antes del retablo


Es un paso más en la conservación de nuestro patrimonio, y en la Parroquia de San Lorenzo, la que se propone un nuevo proyecto de iluminación en el templo.


Redacción: Pablo Rodríguez
Info: Pasión en Sevilla
Fotos: Pasión en Sevilla

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