lunes, 2 de mayo de 2016

Crónica de la Madrugá 2016



MADRUGÁ

Parece que los sueños se cumplieron, una magnífica Madrugá en la que todas las Hermandades pusieron de su parte, apenas retrasos gracias al compromiso de las cofradías. Nos regaló una noche mágica más, que despertó a muchos el ansia de más y de los perdido, y de esos pequeños niños y sus primeras madrugás, el alma cofrade despierta.

  • Salía el Silencio, la cofradía inspiraba el ambiente sevillano. La Primitiva Cofradía, el ser de todos los cofrades se ponía un año más en la calle a la 1 de la madrugada. La Hermandad supo poner bien de su parte como las otras. Impresionante como siempre el Señor y la Virgen, y para que restar a todo el cortejo. Es muy recomendable ver los pasos marcharse, el andar, la esencia, el alma que trae al cofrade, un pellizco bueno en su corazón. Maravilla.
  • Como supo el Gran Poder, acertó. La Hermandad decidió que este año el Señor saliera con túnica bordada, y vaya si acertó. Impresiona mucho con la túnica lisa compaginando con el andar y la zancada, pero la bordada daba un conjunto en si, verdaderamente rancio, que nos llevó a otra época, en la que Sevilla descubría quién era el Gran Poder. El palio llevaba a la Señora, Mayor Dolor y Traspaso, de diez. Prueben en el Museo.
  • Otra Hermandad que puso bien de su parte fue la Macarena. Era para cantarle de maravillas. El Señor se lució perfectamente con la túnica de Ojeda, y la Centuria marcó su paso, impecable la altura de la banda. Otro año se vio tras el paso esa corriente de plumas blancas. Y la Esperanza, para que hablar, barrio, calle Sierpes, Cuna, Salvador, donde quieras, la Macarena se lució. Todo a la perfección para esta madrugá pletórica. 
  • El Calvario suma a demostración de como hacer sevillanía cofrade. Una hilera de cirios marcaban al Calvario. Cautivó a muchos la verdad. La sobriedad dejó a muchos enmudecidos y anonadados por la maravilla del Señor, y el silencio y rigurosidad del palio de la Virgen de la Presentación. No se pierdan esta cofradía.
  • En Triana la alegría volaba. El barco zarpa desde la Capilla de los Marineros y no echan el ancla hasta que vuelvan. La cofradía tuvo mucho compromiso para cumplir sus horarios. El izquierdo te arrolla. Sin luz, silencio pero con olés, Triana recibía el barco dirigido por un romano a caballo y centrado únicamente en su importancia, su Señor Caído por Tercera Vez. Perfección en el palio, fabuloso el andar, la alegría que contagia el palio y por supuesto la soberanía de la Esperanza. 
  • La última de la jornada, regaló elegancia por doquier. Siempre tragaba los retrasos al ser la última, pero este año, ni se ha notado con el compromiso de todas. El Señor con compás dirige la Hermandad sin ninguna duda, devoción por delante y por detrás. La Virgen de las Angustias da mucho que decir, la elegancia, la devoción, la belleza y sobre todo el buen andar deja hermosas estampas. 

Una madrugá pletórica que esperamos que se repita muchos más años. Habría que dejar el refrán de la jornada, yo diría que si se quiere, se puede. Felicidades de verdad a las Hermandades.


Redacción: Pablo Rodríguez
Fotografía: Baltasar Núñez


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