La plazuela se llenaba, los costaleros se preparaban, charlaban sobre el partido del Betis, pero... sabían que estaban a solo minutos...
La gente llegaba, a la espera que se abrieran las puertas de Santa Ana, todo llegó, se abrieron las puertas de Vázquez de Leca, y la Real Parroquia se llenaba. Era la sensación de haber entrado por primera vez, así fue para algunos, entre oscuridad y luz de las puertas se divisaban las capillas, el retablo con Santa Ana, María y Jesús, y coro, y una luz brillaba más...
No eran las velas del paso, sino la blanca estela que lo presidía, con hermosas prendas, con su cabello suelto y con su reconocible sombrero, brillaba la estela, acariciaba al borrego y cogía su cayado. ¡Divina Pastora! El día llegó, tus hijos te esperan con ansias a que salgas...
Se acerca la hora, abren con marchas la AM Cristo de la Bondad de Alcalá de Guadaira, salen los ciriales, muchas representaciones, graciosos niños vestidos de monaguillos, y antes de sonar la marcha real, suenan los aplausos en la plazuela, campanillas al son de los movimientos del paso, y en el cielo se divisan cohetes en su honor. Suena tras ella, la Oliva de Salteras. ¡Sueltan a las palomas! ¡La Divina Pastora ha salido! Las palomas alzan el vuelo juntas excepto una que se une más a su Pastora de Triana, luego altas en el cielo se unen y bajan a la altura de la Pastora en preciosa reverencia. Parece de sueño ¿no?, pues ocurrió...
Como en un pueblo, en Triana "cangrejean" jóvenes devotos se ponen delante de ella andando de espaldas, sin apartar la mirada de su bello rostro, no pueden aguantar más, se echan a llorar, Triana saca a su Pastora y la sienten como nunca la han sentido. Devoción y Fe, pastoreños de María...
A la altura del Guadalquivir, por la calle Betis, la Pastora andaba, llenando de Fe a Sevilla y a los que no los enamoraba, una devoción más, un sentimiento más, una nueva causa de nuestra alegría, un nuevo sentido de venir a la ciudad...
Calles decoradas con el más puro amor... arcos blancos de pureza, banderines, todo por ti Madre. "Tesoro de nuestra Hermandad", "Causa de nuestra alegría"... un sentimiento de 150 años.
¡Bendito el día que llegaste a Triana!
¡Bendito el día que Astorga te gubiara!
¡Bendito sea el Pastorcito Divino!
y
¡Bendito sean estos 150 años junto a ti Pastora de Triana!
Se puede decir que será pura casualidad, pero... nunca había sentido tanto por unas imágenes, el Vázquez de Leca, tres carteles de la Pastora, y cómo no, se te viene una frase: "De nosotros, Madre; de Santa Ana, Reina; y de Triana Pastora..."
Redacción: Pablo Rodríguez
Fotos: Antonio Membrillo
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