sábado, 6 de septiembre de 2014

Info Cofrade: Las fotografías que no volverán en la Semana Santa de Sevilla

Históricamente, en los siglos de existencias de las cofradías, las hermandades de la ciudad, en la gran mayoría de los casos, han cambiado tanto de sedes canónicas, como de sus itinerarios para realizar su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Estos recorridos han ido evolucionando, al igual que Sevilla. Por este motivo existen fotografías realmente singulares por cualquiera de estas circunstancias, donde se pueden apreciar cofradías por lugares donde difícilmente volverán a discurrir o salir, han cambiado el entorno por donde siguen realizando su recorrido, hay elementos que ya no perturban el normal transitar de las cofradías en sus habituales salidas procesionales o simplemente que sus elementos estéticos se han modificado de forma significativa.

El tren y las cofradías

El tren ha sido un elemento que, en algunas cofradías, se puede denominar como un invitado para la Semana Santa hispalense o un problema a resolver por los cofrades de las mismas. La última relación se ha podido sentir alrededor de los vagones del metro centro a los pies de la propia Catedral. Ahora, desde el barrio de San Bernardo hasta la misma Plaza Nueva. El mismo se corta en su funcionamiento para el normal discurrir de las cofradías por parte de la carrera oficial y entorno. De todas formas, en décadas anteriores existen algunas instantáneas con otras corporaciones nazarenas como las que se realizaron alrededor de la Hermandad de Santa Genoveva, que quedaron para la historia. Estas se realizaron al salir esta cofradía de su barrio, que llaman la atención, más de medio siglo más tarde. 

La fotografía en cuestión hace que el paso de palio de la Virgen de las Mercedes se pare para que el tren de turno transite en lo que ahora sería la intersección de las actuales calles sevillanas Ramón Carande y Nuestra Señora de las Mercedes. Todo ha cambiado ahora, ya que el soterramiento del tren hizo que la esta circunstancia ya no vuelva a ocurrir. Este soterramiento hizo que también se destruyeran puentes, no fluviales, sino para el paso de trenes en barrios como el caso de la Calzada. 

Los puentes…

Pero los puentes de la ciudad están y siguen ligados a la propia idiosincrasia de algunas cofradías. Las de Triana, que tenían su propia Semana Mayor, cambiaron su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral al cruzar el legendario puente de barcas. Hecho histórico que la Hermandad de La O lo realizó por primera vez (en la actualidad sólo la Esperanza de Triana sigue haciendo su estación a la Catedral y Santa Ana en la madrugá del Viernes Santo). Las instantáneas de las cofradías trianeras sobre el Puente de Isabel II han dado la vuelta al mundo, estando en el alma de los cofrades del viejo arrabal. Aunque hubo hermandades que se fueron de este singular barrio y que cambiaron su sede al otro lado del río como fue el caso de Las Aguas. La instantánea del paso de misterio de esta cofradía, ahora del Arenal, en el Puente de Triana es un ejemplo claro de esta circunstancia.  

Pero no sólo ocurría esta interrelación entre puente y hermandades junto a río. Muy especial fue la simbiosis de la cofradía de San Benito con el puente de la calzada, aunque no fuera una construcción artística sí era muy esperada la subida de sus pasos e inmortalizado esa bella relación con las célebres sevillanas de Pascual González “El puente te está esperando…”.

San Bernardo es otra cofradía que lleva a gala su binomio con el puente, no sólo como símbolo de una cofradía, sino de un barrio, que el Miércoles Santo alcanza su máxima expresión, pero que se relaciona los 365 días del año. Las fotografías de la cofradía de San Bernardo cruzando ese puente en construcción son tan singulares, que se merecen que queden en la memoria de los cofrades no sólo de esta corporación, sino de Sevilla. El Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio presidieron este puente antes incluso de que se terminara. Fue el presagio de una relación que perdura décadas después y que morirá con cada uno de los que vistieron, visten y vestirán el hábito nazareno morado y negro que venía de extramuros de la ciudad y que ahora vive el itinerario más bello de las corporaciones hispalenses. En su cenit las dos subidas al puente de su barrio.

Callejones y edificios que ya no están

Sevilla ha sufrido, como todas las ciudades, una trasformación urbanística, que le hizo crecer, pero que cambio su aspecto de forma irremediable. Las cofradías vieron y sintieron este crecimiento en sus itinerarios desde hace siglos. Las viejas y pequeñas calles y sus edificios respectivos se convirtieron en avenidas y en otras edificaciones, perdiendo en muchos casos estas corporaciones nazarenas el recogimiento de antaño y el marco entrañable de bellas construcciones. Aquellos callejones ya no vieron más a las cofradías, aunque todavía quedan muchos de ellos alrededor de las cofradías hispalenses.


La Hermandad de la Hiniesta, que sigue discurriendo por pequeñas calles con encanto, tiene fotografías que recuerdan un tiempo que se fue, como la que se puede contemplar del paso de palio con sede en San Julián hace décadas en estos callejones de su barrio o el paso presidido por elCristo de la Fundación de Los Negritos cerca de su sede con el fondo de antiguo colegio de Los Escolapios de la ciudad, que ya no está por lo que no se podrá repetir esa instantánea.

Las murallas y los armaos: Las puertas de la ciudad

Los armaos de la Hermandad de la Macarena son todo un símbolo de esta cofradía y de igual forma de la propia Semana Santa de Sevilla, pero su evolución estética ha ido modificándose al igual que la propia ciudad y sus calles y monumentos. Los armaos desfilaron por calles de tierra y piedras y murallas medio derrumbadas de Sevilla. La fotografía de esos armaos por este entorno difícilmente se volverán a repetir, pero que perpetuaron para la historia hispalense y de sus cofradías fotógrafos que plasmaron con sus cámaras secuencias de otros tiempos y quizás de otra ciudad…a la que ahora se puede vivir. Esa tierra que pisan es la misma, que en estos tiempos  asfaltada o con adoquines, acoge a los que tienen el legado de aquellos armaos, que antes y en el siglo XXI acompañan al Señor de la Sentencia cada Madrugada del Viernes Santo. Son los guardianes de una muralla que también. 


Las murallas que rodeaba a Sevilla tenía puertas que poco a poco se fueron desvaneciendo con el paso del tiempo, al igual que las propios muros centenarios. Las puertas de Triana, la Carne o Carmona vieron el paso de las cofradías y hoy sólo forman parte del callejero sevillano. Esas puertas vieron momentos de esplendor con el paso de las hermandades penitenciales. Son también instantáneas que no se volverán a repetir.     

Las imágenes que ya no están
Las cofradías hispalenses con el paso de los siglos han visto el cambio de sus titulares, pasos y demás enseres, algunos por incendios y otras desgracias o simplemente por cambios de tendencias estéticas o gustos de los máximos responsables de las cofradías de la ciudad. Existen también fotografías que serán complicadas que vuelvan a repetir, como el caso de una del paso de misterio de la Hermandad de Las Cigarreras saliendo de la actual Universidad de Sevilla, sita en la calle San Fernando, antigua Fábrica de Tabacos, presidido por el Cristo que tallará Amaro Vázquezen 1602 y que procesionó por las calles de Sevilla en los periodos 1602-1891 y de 1938-1972.

En estos dos ciclos esta imagen cristífera sufrió varias restauraciones y modificaciones pero que fue sustituida por dos nuevas imágenes más. En primer lugar por el Cristo atado a la Columna que realizó Joaquín Bilbao (1916) apodado "El Pagaó". En el segundo ciclo fue sustituido por el actual que tallara Francisco Buiza (1974). El Señor de Amaro Vázquez ha conocido la etapa donde la corporación nazarena de Las Cigarreras permaneció más tiempo asentada (1674-1904), en la iglesia de los Terceros, aunque con un traslado por motivos ajenos a la corporación y si, a las tropas francesas, que se fue a la iglesia de Santiago (1810-1815).

En su segundo periplo como titular de la corporación estuvo recibiendo culto en la actual Universidad de Sevilla, y en la actual sede canónica de la corporación, donde se instaló la corporación desde el año 1965. Esta fotografía del Cristo del siglo XVII tampoco volverá…

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