A Javier Criado, por su profesión y su carácter expansivo le suelen atribuir un punto de locura de la sana que ha venido muy bien en su aplicación a las cosas de las cofradías. Una locura similar a la de los canónigos catedralicios que siglos atrás tomaron la decisión de hacer una catedral tan grande como la que tenemos. Esa locura, que no es más que poner la mente a pensar de manera distinta a lo común, es la que ha alumbrado el que puede ser el programa de actos más original y atractivo para conmemorar un aniversario cofradiero.
Ya lo leyeron aquí. Pasión conmemora en 2015 lo que pudiera ser (no está claro) el cuarto centenario de su Nazareno, obra capital del barroco europeo. El acto más popular de una celebración es la salida extraordinaria, que Pasión no ha pensado y no descarta, pero que, en este caso, sería hasta una obligación por tratarse de quien se trata. Pero sería solo la guinda de un ambicioso programa al que se le ha echado toda la imaginación del mundo: desde una exposición sobre Montañés comisariada por Paco Robles, hasta otros eventos artísticos o científicos en torno a la peste que acabó con el imaginero o gastronómicos para recrear aquello que se comía en Sevilla en el Siglo de Oro.
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