Casi dos horas duró la misa estacional celebrada en la Plaza de América –para celebrar el 75 aniversario de la hermandad de la Paz– que se llenó por completo para asistir a esta eucaristía llena de solemnidad y que estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo.
Una misa en la que estuvieron presentes, entre otros, la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero; el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, además del concejal socialista José Manuel Bazaga. También el jefe de la Fuerza Terrestre, general Francisco Javier Varela Salas.
La Misa Estacional contó con el grupo de Música de Cámara Santa Cecilia. Como dato, una de las lecturas estuvo a cargo de Francisco Berjano, ex hermano mayor de Vera Cruz y pregonero de la Semana Santa de 2014 y antiguo costalero de La Paz.
En su homilía, el prelado hispalense reconoció el esfuerzo de la hermandad durante estos tres cuartos de siglo y recordó que «la Virgen nos invita a acudir a la escuela de Jesús» porque «Él es el camino». Porque si en los tiempos de Cristo «los caminos polvorientos en Palestina eran escasos pero brindaban seguridad al caminante», hoy en día, en nuestro mundo, esos caminos se multiplican «en doctrinas, sistemas y movimientos que ofrecen la salvación: el mundo de las sectas, la astrología, los horóscopos y los adivinos , que tratan de responder a las ansias de felicidad del corazón del hombre».
Por eso mismo, y ante esos nuevos ídolos que ofertan «caminos errados», el arzobispo, que recalcó que «sin Cristo no hay luz», dijo que «nosotros estamos llamados a ser luz para tantos ciegos que no han conocido el esplendor de Cristo», pidiendo que se grite «a pleno pulmón en calles y plazas que Cristo vive y que sólo Él es la esperanza para el mundo». Y en esta misión «os acompaña Santa María Reina de la Paz, la primera discípula, la reina de los apóstoles. Ella fue la primera en mostrar a Jesús como luz de las gentes».
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